Nos encontramos en medio de la mayor revolución tecnológica e informática que la raza humana ha presenciado, se nos abre nuevas oportunidades de innovar en las respuestas al crimen, la convivencia, la participación y la seguridad ciudadana. Pero, para que esta revolución despliegue todo su potencial, debemos pensar más allá de la tecnología per se. La adquisición de tecnología, o la tecnificación de asuntos, es el futuro de los gobiernos, pensando los nuevos ecosistemas que adopta la tecnología como herramienta de apoyo para la construcción de una cultura de colaboración y transparencia, y un talento humano a la altura de la innovación. así, como dado el crecimiento demográfico actual, las comunidades han visto como muchas de las empresas que ofrecen y prestan servicios públicos, realizan sus labores en forma deficiente e incluso no las realizan; por no tener acceso a conocer el problema del cliente (ciudadano), pues no disponen de sistemas de información para recibir y tramitar datos de las fuentes primarias, en forma ágil y oportuna. La seguridad con cada día que pasa es un asunto más de todos que de algunos organismos de orden nacional o local, el ciudadano ve impotente como existente en su entorno factores de riesgo e inseguridad, que deben ser reportados y tratados con diligencia y oportunidad. Con la popularización de las tecnologías de información y la comunicación, es posible obtener información en tiempo real sobre el estado de las vías, basuras, fugas de agua, problemas en el alumbrado público, fallas en el alcantarillado, delitos y contravenciones entre otros.