El proyecto consiste en la inclusión de un acoplamiento funcional a las máscaras N-95, donde el dispositivo que se ha desarrollado para el acoplamiento permite la inactivación de COVID para evitar posibles y futuras infecciones. Sus fundamentos teóricos se detallan a continuación. Actualmente, varios estudios demuestran la susceptibilidad a la cápside de un virus en presencia de especies reactivas de oxígeno (ROS como radicales libres OH), así como la radiación UV, que permite que el patógeno se inactive empleando un ataque agresivo y la posterior descomposición de su estructura proteica, similar a lo que sucedió con las bacterias. A partir de estos antecedentes, hemos diseñado una celda electroquímica con una trampa de aire proveniente de la exhalación (para atraparla inactiva el COVID-19). La estructura de la celda consiste en un cátodo de acero inoxidable que está dispuesto como una carcasa externa que contiene en su interior un electrolito de soporte con baja resistencia óhmica, junto con un ánodo de titanio anodizado que deja un recubrimiento superficial de nanoestructuras estables de óxido de titanio (TiO2). A su vez, también se ha incluido un LED-UV de 365 nm como fuente de radiación. Todo el sistema recibe un suministro eléctrico de una batería recargable.